¡Oíd, Oh Visitantes!
Saludad, nobles huéspedes, que habéis cruzado el umbral donde el tiempo se detiene y la magia recién comienza.
No busquéis aquí la prisa de los mercaderes ni la fugacidad del bocado rápido. Pues, por decreto del Gran Mago, hemos de informaros del Arte Lento de nuestra cocina.
La Alquimia no Conoce la Premura
Todo manjar que os presentamos es fruto de la Alquimia Culinaria, no de la mera velocidad. Nuestros maestros de la cuchara operan como sabios encantadores:
- Los Sabores se Conjuran: Cada ingrediente es tratado con la paciencia de un artífice que forja el hierro, mezclando el fuego y el arte hasta lograr el hechizo perfecto.
- La Magia Requiere su Tiempo: Nuestros alimentos como los afamados champiñones de Bogotá, requieren de su pausa sagrada, pues el verdadero sabor no se apresura.
Vuestro Encantamiento Personal
Os hemos dado un momento valioso en este día , y elegisteis vivirlo en estas salas, entre aromas y luces tenues. Os imploramos: Dejad la prisa en la puerta.
Mientras tu espíritu reposa y vuestra risa resuena, nosotros hechizamos los sabores.
Recordad, noble huésped, que la magia de Merlín depende de ti. Disfrutad el instante y honrad el tiempo que habéis decidido detener.
Con afecto y gratitud,
La Familia Merlín
